Pablo Actis declaró en el juicio por el crimen de Agustina Turano, ocurrido el 2014 en Paraná. El imputado, expareja de la joven asesinada, ratificó su denuncia inicial: se desligó del hecho y habló de autodeterminación. También hizo hincapié en episodios de violencia que la mujer habría ejercido sobre él, con golpes e insultos. Al momento de narrar la trágica escena de la muerte, rompió en llanto frente al Tribunal.
“Rompí el vidrio de la ventana y no me respondía, me entró una desesperación. Pateo la puerta y la tenía ahí, colgada a mi esposa. Puedo dar mil explicaciones pero tenés que verlo para entender, tenés que encontrar a tu pareja que hace un rato hablaste con ella y… Yo no lo podía creer”, declaró entre lágrimas Actis. “Yo no la maté, pese a su violencia la quería; jamás hubiera asesinado a la madre de mi hija. Creo que se mató porque tenía muchos huevos para demostrarme que era capaz”, continuó.
La Fiscalía insistió en que el único acusado brinde más detalles de lo sucedido cuando encontró el cuerpo, ya que Actis dijo haber asistido a Turano luego de su presunto intento de autodeterminación. “Me acuerdo que la alcé y la senté en el futón. Cuando la levanté, escuché una respiración, pensé: ‘Está con vida’. Intenté sacarle la cuerda y no me respondía, le tiré agua y tampoco, nada, no había nada. Para mí estaba con vida, no sabía qué hacer y busqué al policía. Cuando llega el Policía a casa la quise revivir, la quise salvar… Y no pude, hice todo”, contó.
Turano tenía 25 años. Convivía con su pareja, de 23, y la hija que tenían en común. Actis le dijo a la Policía que Agustina se había quitado la vida pero el resultado de la necropsia mostró que había indicios de una fuerte opresión producida por una mano en el cuello de la mujer.
Fuente: 9Ahora
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