El Ojo Mirador

22/9/16

Toti Latrónico – El Hombre Orquesta

El Dr. Belen Lopez hace un tiempo ha decidido recordar y reconocer a las distintas personalidades que tiene nuestra ciudad. Lo hace a través de la red social Facebook y a partir de hoy serán publicadas en "El Ojo Mirador". En ésta edición "Toti" el popular Toti Latronico.

SUS PRIMEROS TIEMPOS
Nació en La Paz, un 7 de junio de 1.953 (día del periodista). Comenzando la charla le pregunto qué recuerda de su niñez. “De chico había dos cosas que me gustaban, la música y la radio. Cuando tenía unos siete años, improvisaba: de base una botella de anís 8 Hermanos, de pie ponía un palo de escoba y arriba ponía una lata de sardina. Ese era el micrófono, como yo lo vi en Radio Belgrano, a través de la revista Folclore. Para tocar la música, tenía una cacerola antigua de las enlozadas, le puse de tela una bolsa de harina (de esas que venían antes) y con dos palitos hacía los redoblantes”. Casi sin darse cuenta, sigue la línea del tiempo adolescente. “Uno de mis hijos, nació estando yo en 5to. Año del colegio. Me decían “caballito científico”, era bastante estudioso, nunca rendí una materia. Tal es así que me anoté para estudiar Medicina en la facultad de Corrientes, me iban a dar unas becas, que nunca llegaron y entonces dejé todo.
SU INCURSIÓN EN LA MÚSICA
La conversación nos lleva a sus primeros pasos en la música. “Yo quería tocar en una orquesta y en ese tiempo había un conjunto que se llamaba Los Frenéticos. Un día hicieron una selección para baterista. Había que tocar un redoblante y un platillo sobre un atril medio descuajeringado. El baile era en el Club Juventud Unida, que estaba frente a la imagen de la Virgen Milagrosa. Ahí toqué por primera vez, arriba de un acoplado. Todos tenían un nombre artístico y yo no tenía ninguno y entonces me dijeron “a vos te vamos a llamar Toti, y ahí quedó mi sobrenombre”. “En esos tiempos teníamos baile, todo el mes completo, sábado y domingo ocupados. Había muchos conjuntos como Miguelito Viottí, Orlando Ayunes, Manucho Balbuena. Va salpicando la conversación con anécdotas graciosas “en el campo tocábamos con farol o sol de noche. El problema que a la madrugada se empezaban a apagar los fuelles y entonces aprovechaba la muchachada para ponerse cariñosa”.
SU MUNDO EN LA RADIO
Comenzó trabajando en la FM de la LT40, que antes se llamaba FM La Paz (ahora se llama Cerca del Sol). Entonces recuerda “El primer programa que hice se llamaba “Luna Tropical”, salía a la noche con Rodolfo Barrios, Marcelo Puig y otros. Después trabajó con Cacho Miño en el programa “Entrerrianísima” que iba de las 13 a las 16,30 horas y donde comenzó haciendo los avisos y las actuaciones. Un sábado viaja Cacho y lo deja solo, justo viene el chamamecero Ramón Merlo y su embajada. “Me temblaban las piernas, pero me salió bien y seguí”. Después el operador Pepe Santini le propuso para hacer algo los domingos a la mañana y así comenzó “Domingo al amanecer”. Luego vino “Música para el recuerdo”. Su memoria prodigiosa nos da más datos “había otro programa que se llamaba Giro éxitos bailables (que aún sigue), allí comencé a hacer exteriores con una bicicleta chiquita (me cargaban y le pusieron el bici-móvil”). Un día me escucho el dueño de la radio Don Antonio Malvasio y me dijo “muy bien por el bici-móvil, la verdad que me encantó” y entonces ahí me agrandé. “Hay además un programa que recuerdo con cariño, lo hacía el inolvidable Juan Carlos Malvasio y se llamaba “a mí, me copa el tango” y yo, cuando él estaba ocupado en la administración, lo cubría También trabajé con el Negro Romero, en la mañana, con Mingo Podestá y el Profesor Narciso Cena; que programón hacíamos. Dejando los recuerdos, reflexiona “Pasaron los años y yo sigo, la radio para mí, es como una segunda casa”.
NO SOLO DE RADIO VIVE EL TOTI
¿Qué otras cosas hiciste en tu vida? Hice de todo. Trabajaba en la huerta de mi casa plantando verduras, que luego vendía en la verdulería de mi hermano”. Dice con orgullo “noooo, yo se agarrar una la pala”. También “fui vendedor de helado, para la heladería de Mariano (que estaba donde después estuvo Plásticos La Paz). Vendía con un triciclo, me iba hasta el arco y volvía. Siempre con una gorra roja. Un día venía en la curva de la Estación y se me quiebra el triciclo, cuesta abajo, volé con la gorra, el triciclo y los helados”. Su risa espontanea, me hace imaginar ese momento tragicómico, con el Toti despedido en la curva. Mientras charlábamos me mostró donde estaba el almacén (en la esquina de su casa) y que se llamaba “El Resorte”. Los estantes de madera, una heladera Siam de cuatro puertas y una fiambrera con tela metálica, son testigos mudos de su faceta como comerciante. Su veta artística no tiene límites. Toca el redoblante en la Banda local al mando del maestro Bolognini. Incursionó en el teatro en 2012 con el grupo teatral 80 (la obras “El divorcio” con Yolanda Gutiérrez y luego “El vestido nuevo”). También participó en 2015 con el coro “Voces de Plata” que dirige Chela Medina. El agrega en forma risueña “no me pregunte que voz hago… porque toco el bombo”.
NOS VAMOS DESPIDIENDO
El mediodía del sábado, transcurre mientras me convida con unos copis que había preparado su señora. Me muestra fotos antiguas, que se las pido para copiarlas. Antes de partir le pregunto. ¿Estas conforme con lo que te dio la vida? Si, muy conforme. Gracias a Dios, teniendo salud, no pido nada más. A veces fui criticado por que no tenía grandes aspiraciones. Lo más importante fue tener la comida, el pan de cada día. Soy un agradecido, por todo lo que Dios me dio y me sigue dando.
Soy feliz.


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