La joven Adriana Marlene Capdevila, de Santa Elena, se encuentra estudiando Viverismo comenzando en los primeros meses del año, a raiz de la pandemia dichas clases se vieron afectadas siguiendose a través de redes sociales e incluso su capacitador se dirige personalmente al domicilio para seguir fomentando su entusiasmo.
Adriana posee Síndrome de Down, pero nada la impide incursionar por esta apasionante actividad que conecta directamente a la tierra con las fibras mas sensibles del ser humano.
El capacitador de Vivero y Huertero Cristian Ivo Vega nos comentó que actualmente se está trabajando con 25 alumnos de distintos niveles, estudiantes, profesores, chicos/as con discapacidades diferentes, en esta cuarentena las clases continúan vía WhatsApp, mandándoles vídeos, o material en PDF, o fotocopias y subiendo los diferentes actividades que realizan desde su hogar.
"En el caso de Adri se le hizo un video que está en la pagina de la escuela como armar macetas a través de botellas plasticas y sembrar alimentos importantes para fortalecer las defensas del COVID-19" agregó su capacitador quién desarrolla esta carrera en las instalaciones de la Escuela Privada Nº 122 "Juan Pablo I" ubicada por Eva Peron y Tratado del Pilar.
"Le llevo fotocopias con introducciones para hacer almácigo en su casa, cultivos, propagación de especies ornamentales a través de gajos y semillas, flores pensamiento, abono humus de lombriz, Adri es una excelente alumna, activa y espontánea" cerró Vega concluyendo que las plantas es terapia, instrumento educativo y socializador con entidad propia.
Quizas muchos no saben, pero cuidar de las plantas tiene varios aspectos positivos. Sembrar, regar, cuidar y ver nuestras plantas crecer es un buen ejercicio para aprender a relajarse, evadir de los pensamientos negativos y una forma de meditación. Puede ser una buena actividad también para realizar en familia.
Al hacer actividades al aire libre la luz solar aumenta nuestros niveles de endorfinas, por esto la Terapia Hortícola ya es presente en muchos programas de cura dirigidos a personas con problemas de depresión.
Tambien, comer frutas y verduras producidas en tu propio jardín urbano es una gran satisfacción y además contribuye a una dieta saludable por ausencias de pesticidas y contaminantes.
Adriana es una joven ejemplar, que sigue formándose desde su casa, su madre Maria Cristina Wolert acompañada sin dudar este sueño que de a poco se está haciendo realidad, y será la primera persona con Síndrome de Down en recibir el título de "Viverista y Huertera" en Santa Elena.
25/6/20
¿Quién dice que es tarde? Adriana está armando su vivero y sueña con recibirse de viverista
Fuente: Nicolás Rios
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